Todo creyente debe ver en la caridad uno de los principales exponentes de su condición de cristiano y una expresión de amor al prójimo.

Es por ello, y más aún dada la advocación de nuestro titular, que los miembros de nuestra Cofradía vemos en las obras caritativas que realizamos no sólo un deber cristiano, sino un motivo para su grandeza.

En la prioridad de su acción de caridad, la Cofradía considera únicamente criterios de mayor carencia y pobreza, sin hacer, en modo alguno, distinción entre las personas o colectivos necesitados.

La Cofradía acomete acciones de caridad consistentes en la realización de donativos por casos concretos de miseria o necesidad, pero también interviene en programas generales de beneficencia y de asistencia social que son promovidas por la parroquia en el barrio o en otros ámbitos.